lunes, 23 de mayo de 2016


Más tecnología, menos comunicación

Por: José Jimmy Urquijo Moreno

Con  el  avance  tecnológico  que  día  a  día  nos  abruma,  es muy notable ver la influencia que ha tenido en la desintegración  familiar,  haciendo  que  las  mismas  no  compartan  ni  se  integren  como  en  el  pasado. La aparición de nuevos modelos de comunicación tales como el teléfono celular, el internet y las diversas aplicaciones que intentan erradicar las barreras para comunicarnos, por el contrario, están haciendo que estas sean más visibles con quienes nos rodean o convivimos en espacios como en este caso la familia o el hogar.

Como base para esta problemática se ha tenido que mencionar que a la tecnología se le han relegado funciones que le correspondían a la familia propiamente. La familia “moderna” ha hecho de las nuevas tecnologías modelos de educación implementados desde la primera infancia, donde el niño ya está rodeado por diversos aparatos tecnológicos como televisores inteligentes, celulares, tabletas y otros dispositivos que otorgan a sus padres espacio para el desarrollo de sus actividades; sin embargo, el uso de esta forma de las nuevas tecnologías generan en el niño dependencia al medio que en su crecimiento lo aparta de su núcleo.
Aunque la tecnología no se planea con esa intención, el fácil acceso a la misma permite que cada vez sea mayor su consumo. Solamente en Colombia y a falta de una infraestructura más adecuada para el uso de las redes tecnológicas, cerca del 60.9% de la población total del país usa internet según fuentes del Internet World Stats Copyright © 2016.
  

Esta misma entidad se encarga de la medición de Usuarios de internet en el mundo. 

La medida que nos presenta la gráfica posiciona a Asia como el continente con mayor desarrollo de usuarios en internet y deja a América Latina en tercer lugar. Lo realmente asombroso es que con mayor medida de uso en el continente asiático, su nivel de educación y cultural de igual forma asciende, mientras que en América Latina y en especial en Colombia la educación presenta déficit. La siguiente gráfica realizada por el DANE en la página 23 relaciona el uso del internet en el país y básicamente simplifica el hecho de que los colombianos gastan más su tiempo en la red visitando sus redes sociales que realizando tareas de investigación o aprendizaje.

 Ahora  bien,  la  tecnología  es  definida  como  el  conjunto  de  conocimientos  técnicos, científicamente  ordenados  que  permiten  diseñar,  crear  bienes y servicios  que  facilitan  la  adaptación  al  medio  ambiente  y  satisfacer  tanto  las  necesidades  esenciales  como  los  deseos  de  la  humanidad.  Dentro  de  estas  necesidades  y  deseos  se  encuentran  los  de  la  comunicación,  realizar  esta  con mayor  facilidad  permitiéndole  a  los  individuos  el  intercambio  de  sus  ideas.

Mediante  la  aparición  de  la  tecnología  se  crearon  nuevos  modelos  y  canales  de comunicación,  los  cuales  lograron  acortar  tiempos  y  distancias  pero  que  concentran  al  individuo  en  un  mundo  virtual  casi  que  privándolo  de  relacionarse  con  su entorno.  Este  es  uno  de  los  factores  que  más  ha  desintegrado  la  comunicación  y  la  relación  familiar  haciendo  que  al  contar  con  más  facilidad  de  comunicarnos  con el  exterior  lo  que  tenemos  cerca  no  lo  reconocemos.

Según  la  sicóloga  Damaris  Roa,  “Los  niños  en  el  mundo  interactúan  cada  vez  menos  con  sus  familias  y  pasan  cada  vez  más  tiempo  en  sus  habitaciones  viendo  la  televisión,  conectados  a  internet  y  jugando  en  la  computadora”. Muchos  de  los  niños  de  hoy  parecen  estar  experimentando  ahora  un  gran  aislamiento  de  la  vida  familiar,  todo  gracias  al  avance  de  la  tecnología.  Los  padres  e  hijos  adolescentes  también  están en  el  boom  de  la  tecnología  y  hay  muchos  hogares  donde  padres  e  hijos  están  prácticamente  pegados  a  una  computadora  navegando  en  internet,  ya  sea  para  realizar  actividades  de  trabajo  o  simplemente  por  lo  adictivo  que  puede  llegar  a  ser  el  internet,  con  todo  el  universo  de  información  que  maneja.
                
Las  nuevas  tecnologías como las computadoras, el internet  y los vídeo  juegos  han  remplazado  a  la  unidad  familiar, de  manera  que  todo  el  mundo  hace  lo  que  quiere,  cuando quiere,  incluso  si  eso  significa  hacerlo  solo. Como lo muestra la gráfica del DANE (Página 17) ,   el  uso  de  internet  en  la  población  total  y  a  nivel  nacional  radica  directamente  desde  el  hogar,  lo  que  significa  una dejación  de  las  comunicaciones   al interior  de  la  casa  para  estar  más  atentos  a  nuestro  exterior.
  
La Doctora Roa también señala que la tecnología no es mala en sí misma, es maravillosa; sin embargo, muchas personas no le han dado un uso adecuado, la han convertido en una amenaza. Curiosamente los hombres inventamos la tecnología para poder disfrutar más de nuestros espacios, para ganar tiempo, para hacer de la vida una experiencia más gratificante; también la tecnología es una oportunidad de extender nuestras facultades psíquicas y relacionales para así lograr con la comunicación una experiencia más eficiente y humanizante. No obstante, el manejo que cada quien le da a la tecnología habla mucho de su personalidad, el uso excesivo de la tecnología puede ser la manifestación de los vacíos afectivos, de los puntos ciegos de carácter y de reprogramación de nuestros miedos y neurosis, de nuestras dependencias e incapacidades.

Pero, ¿qué hacer en una sociedad tan ligada a la tecnología donde el problema no es la forma como se navega sino el provecho que se le está dando a esa herramienta? Colombia es uno de los países en Latinoamérica con más usuarios registrados en redes sociales, con mayor presencia en Facebook (con un total del 87.95% de la población).

Y cuenta con un grupo mayor  de usuarios de edades entre los 18 a los 24 años; es decir, un grupo muy joven que ha desplazado su modo de comunicación a las redes dejando muy poca opción a las relaciones interpersonales y sobre todo alejándose de la comunicación en el hogar.

Con cifras exactas, Facebook presenta la cantidad de mensajes que se envían a través de la red por mes y en Colombia se hace uso de esta herramienta con un total de 5.2 millones de mensajes mensuales. Como referencia porcentual, esta unidad puede aumentar según el mes en las proyecciones de la red, lo que hace claro ver la forma en la que la comunicación ha llegado a un nuevo nivel donde la interacción ya no se hace personal sino relegamos las funciones a las redes y a las máquinas, quienes terminan siendo nuestra voz. Ahora bien, esta situación es únicamente en Facebook, sin contar con lo que se mueve a través de otras plataformas tales como Whatsapp o Twitter.

Claro está que la comunicación familiar tampoco ha sido afectada única y exclusivamente por el internet. Otro factor es el uso de la televisión y los teléfonos celulares inteligentes o smartphones, estos también han sido fundamentales en el declive de la comunicación familiar. En los hogares cada persona ya tiene un televisor en la habitación, (*DANE Página 4).  lo cual hace que se pierdan espacios para compartir en familia; de igual forma, los nuevos teléfonos celulares y el mal uso de las aplicaciones del mismo logran crear una barrera en la comunicación familiar ya sea por uso de chats, juegos o simplemente ver vídeos o escuchar música desde allí.
El 92.4% de la población cuenta con un televisor y el 71% cuenta con un teléfono celular.

*Los indicadores básicos de tenencia y uso de tecnologías de la información y comunicación -TIC- en hogares y personas de cinco años y más fueron obtenidos a partir de la Encuesta de Calidad de Vida del 2015. Para ese año, el 41,8% del total de hogares poseía conexión a internet, mientras que para el 2014 la proporción fue de 38,0% y en 2010 se ubicó en 19,3%.

  
La Doctora Roa hace una serie de recomendaciones  para reactivar y hacer sólida la comunicación en el hogar. Entre ellas se destacan:

-         Pasar tiempo con sus niños cuando se encuentren en internet o viendo televisión. Esto le ayudará a estar al tanto de lo que están mirando o lo que les interesa. Tómese luego un tiempo para hablar y escuchar lo que es de importancia para ellos.
       
-         No se intimide por el uso de nueva tecnología. Aprenda junto a sus hijos y no los prive de la oportunidad de enseñarle a usted cosas que quizá ellos sepan.

-         Confeccione un reglamento claro para el uso de la tecnología. Los límites son útiles para conservar la paz y la armonía en su hogar.

-          Invierta menos tiempo mirando la televisión o navegando en internet. Este tiempo adicional con sus hijos les demostrará lo importantes que son ellos para usted.

-         Hablar en familia sobre la importancia y el uso de los medios electrónicos como la red, así como de los peligros que implica el mismo, dejando claro que existen tiempos para todo y que la convivencia es más importante.

-         Propiciar actividades y reuniones en los que todos participen, una buena película que propicie el compartir ratos agradables o concertar una comida familiar con  platos atractivos al gusto de cada uno de los miembros (cuando el gusto sea variado) y así evitar de esta manera que alguien no disfrute del todo el momento.

-         Si existen situaciones, eventos y recuerdos que por un tiempo han estado interfiriendo de manera negativa con la dinámica familiar, es muy saludable visitar a un especialista que brinde apoyo de manera oportuna. Este tipo de situaciones incómodas son muy comunes en toda familia; sin embargo, si se dejan de lado y sin la debida atención sólo contribuirán a “anidar” y “encuevar” dicho evento, provocando una situación más compleja y difícil de desarticular.

Es necesario advertir y aclarar sobre todas las cosas, que la comunicación es un bien social que hay que propiciarlo, construirlo, cuidarlo y alimentarlo de una manera adecuada y oportuna, no es sustituible ni aplazable. Si consideramos, preservamos y mantenemos en buenas condiciones este bien al interior de las familias, podremos cultivar de manera artesanal seres humanos aptos para tomar decisiones, para adaptarse a este mundo lleno de contradicciones y sobretodo, entes que sepan relacionarse con los demás y consigo mismo.


Fuentes de investigación: