Más tecnología, menos comunicación
Por: José Jimmy Urquijo Moreno
Con el avance tecnológico que día
a día nos
abruma, es muy notable ver la influencia que ha tenido
en la desintegración familiar, haciendo que las
mismas no compartan
ni se integren como en
el pasado. La aparición de nuevos modelos de
comunicación tales como el teléfono celular, el internet y las diversas
aplicaciones que intentan erradicar las barreras para comunicarnos, por el
contrario, están haciendo que estas sean más visibles con quienes nos rodean o
convivimos en espacios como en este caso la familia o el hogar.
Como base para esta problemática se ha tenido que mencionar que a
la tecnología se le han relegado funciones que le correspondían a la familia
propiamente. La familia “moderna” ha hecho de las nuevas tecnologías modelos de
educación implementados desde la primera infancia, donde el niño ya está
rodeado por diversos aparatos tecnológicos como televisores inteligentes,
celulares, tabletas y otros dispositivos que otorgan a sus padres espacio para
el desarrollo de sus actividades; sin embargo, el uso de esta forma de las nuevas
tecnologías generan en el niño dependencia al medio que en su crecimiento lo
aparta de su núcleo.
Aunque la tecnología no se planea con esa intención, el fácil
acceso a la misma permite que cada vez sea mayor su consumo. Solamente en
Colombia y a falta de una infraestructura más adecuada para el uso de las redes
tecnológicas, cerca del 60.9% de la población total del país usa internet según
fuentes del Internet World Stats Copyright © 2016.
La
medida que nos presenta la gráfica posiciona a Asia como el continente con
mayor desarrollo de usuarios en internet y deja a América Latina en tercer
lugar. Lo realmente asombroso es que con mayor medida de uso en el continente
asiático, su nivel de educación y cultural de igual forma asciende, mientras
que en América Latina y en especial en Colombia la educación presenta déficit.
La siguiente gráfica realizada por el DANE en la página 23 relaciona el uso del internet en el
país y básicamente simplifica el hecho de que los colombianos gastan más su
tiempo en la red visitando sus redes sociales que realizando tareas de
investigación o aprendizaje.
Ahora
bien, la tecnología
es definida como el
conjunto de conocimientos técnicos, científicamente ordenados que permiten diseñar, crear bienes y servicios que facilitan la adaptación
al medio ambiente y satisfacer
tanto las necesidades esenciales como los
deseos de la humanidad. Dentro de estas necesidades y deseos
se encuentran los de la comunicación, realizar esta con mayor
facilidad permitiéndole a los individuos el intercambio de sus ideas.
Mediante
la aparición de la tecnología se crearon nuevos modelos y canales de comunicación, los cuales lograron acortar tiempos y distancias pero que
concentran al individuo en un mundo virtual
casi que privándolo de relacionarse
con su entorno. Este es
uno de los factores que más
ha desintegrado la comunicación y la relación familiar haciendo que al contar con más
facilidad de comunicarnos
con el exterior lo que tenemos cerca no lo reconocemos.
Según
la sicóloga Damaris Roa, “Los
niños en el mundo interactúan
cada vez menos con sus
familias y pasan
cada vez más
tiempo en sus habitaciones viendo la televisión,
conectados a internet
y jugando en la computadora”. Muchos de los niños de hoy parecen estar experimentando ahora un gran
aislamiento de la vida familiar, todo gracias
al avance de la tecnología. Los padres
e hijos adolescentes también están en el boom de la tecnología y hay muchos hogares donde padres e hijos
están prácticamente pegados a una computadora navegando en internet, ya sea para realizar actividades de trabajo o simplemente por lo adictivo que puede
llegar a ser el internet,
con todo el
universo de información
que maneja.
Las
nuevas tecnologías como las computadoras, el internet
y los vídeo juegos han remplazado
a la unidad familiar,
de manera que todo el
mundo hace lo
que quiere, cuando quiere, incluso si eso significa hacerlo solo. Como lo muestra la gráfica del DANE (Página 17) ,
el uso de internet
en la población
total y a nivel nacional radica directamente desde el hogar, lo que significa una dejación de las comunicaciones
al interior de la casa para
estar más atentos
a nuestro exterior.
La
Doctora Roa también señala que la tecnología no es mala en sí misma, es
maravillosa; sin embargo, muchas personas no le han dado un uso adecuado, la
han convertido en una amenaza. Curiosamente los hombres inventamos la
tecnología para poder disfrutar más de nuestros espacios, para ganar tiempo,
para hacer de la vida una experiencia más gratificante; también la tecnología
es una oportunidad de extender nuestras facultades psíquicas y relacionales para
así lograr con la comunicación una experiencia más eficiente y humanizante. No
obstante, el manejo que cada quien le da a la tecnología habla mucho de su
personalidad, el uso excesivo de la tecnología puede ser la manifestación de
los vacíos afectivos, de los puntos ciegos de carácter y de reprogramación de
nuestros miedos y neurosis, de nuestras dependencias e incapacidades.
Pero,
¿qué hacer en una sociedad tan ligada a la tecnología donde el problema no es
la forma como se navega sino el provecho que se le está dando a esa herramienta?
Colombia es uno de los países en Latinoamérica con más usuarios registrados en
redes sociales, con mayor presencia en Facebook (con un total del 87.95% de la población).
Y
cuenta con un grupo mayor de usuarios de edades entre los 18 a los 24 años; es decir, un grupo muy joven que ha
desplazado su modo de comunicación a las redes dejando muy poca opción a las
relaciones interpersonales y sobre todo alejándose de la comunicación en el
hogar.
Con
cifras exactas, Facebook presenta la cantidad de mensajes que se envían a
través de la red por mes y en Colombia se hace uso de esta herramienta con un
total de 5.2 millones de mensajes mensuales. Como referencia porcentual, esta
unidad puede aumentar según el mes en las proyecciones de la red, lo que hace
claro ver la forma en la que la comunicación ha llegado a un nuevo nivel donde
la interacción ya no se hace personal sino relegamos las funciones a las redes
y a las máquinas, quienes terminan siendo nuestra voz. Ahora bien, esta
situación es únicamente en Facebook, sin contar con lo que se mueve a través de
otras plataformas tales como Whatsapp o Twitter.
El
92.4% de la población cuenta con un televisor y el 71% cuenta con un teléfono
celular.
*Los indicadores básicos de tenencia y uso de
tecnologías de la información y comunicación -TIC- en hogares y personas de
cinco años y más fueron obtenidos a partir de la Encuesta de Calidad de Vida
del 2015. Para ese año, el 41,8% del total de hogares poseía
conexión a internet, mientras
que para el 2014 la proporción fue de 38,0% y en 2010 se ubicó en 19,3%.
La
Doctora Roa hace una serie de recomendaciones para reactivar y hacer sólida la
comunicación en el hogar. Entre ellas se destacan:
-
Pasar
tiempo con sus niños cuando se encuentren en internet o viendo televisión. Esto
le ayudará a estar al tanto de lo que están mirando o lo que les interesa.
Tómese luego un tiempo para hablar y escuchar lo que es de importancia para
ellos.
-
No
se intimide por el uso de nueva tecnología. Aprenda junto a sus hijos y no los
prive de la oportunidad de enseñarle a usted cosas que quizá ellos sepan.
-
Confeccione
un reglamento claro para el uso de la tecnología. Los límites son útiles para
conservar la paz y la armonía en su hogar.
-
Invierta menos tiempo mirando la televisión o
navegando en internet. Este tiempo adicional con sus hijos les demostrará lo
importantes que son ellos para usted.
-
Hablar
en familia sobre la importancia y el uso de los medios electrónicos como la
red, así como de los peligros que implica el mismo, dejando claro que existen
tiempos para todo y que la convivencia es más importante.
-
Propiciar
actividades y reuniones en los que todos participen, una buena película que
propicie el compartir ratos agradables o concertar una comida familiar con platos atractivos al gusto de cada uno de los
miembros (cuando el gusto sea variado) y así evitar de esta manera que alguien
no disfrute del todo el momento.
-
Si
existen situaciones, eventos y recuerdos que por un tiempo han estado
interfiriendo de manera negativa con la dinámica familiar, es muy saludable
visitar a un especialista que brinde apoyo de manera oportuna. Este tipo de
situaciones incómodas son muy comunes en toda familia; sin embargo, si se dejan
de lado y sin la debida atención sólo contribuirán a “anidar” y “encuevar”
dicho evento, provocando una situación más compleja y difícil de desarticular.
Es
necesario advertir y aclarar sobre todas las cosas, que la comunicación es un
bien social que hay que propiciarlo, construirlo, cuidarlo y alimentarlo de una
manera adecuada y oportuna, no es sustituible ni aplazable. Si consideramos,
preservamos y mantenemos en buenas condiciones este bien al interior de las
familias, podremos cultivar de manera artesanal seres humanos aptos para tomar
decisiones, para adaptarse a este mundo lleno de contradicciones y sobretodo,
entes que sepan relacionarse con los demás y consigo mismo.
Fuentes
de investigación: