Por: José Jimmy Urquijo Moreno
La ensalada César, plato insignia de la cocina
mediterránea, se ha convertido en la preparación internacional con más
presencia en las distintas cartas de los restaurantes. Ya es común encontrarla
en gran variedad de restaurantes de distintas partes de la ciudad, sin necesidad
de ser especializados en cocina gourmet. Claro está que la apropiación de una
receta del extranjero puede llevar a alterar su contenido e incluso su sabor,
por eso la tenemos como plato de análisis.
En menos de una semana tuve la oportunidad de
disfrutar dos veces uno de los platos más
conocidos a nivel mundial como lo es la
ensalada César, a pesar de que no fue en restaurantes de estrellas Michelin ni
nada de eso, son restaurantes que son insignia dentro de la cultura colombiana
a la hora de una buena comida, una buena atención y un agradable espacio para compartir. Uno de
ellos es el restaurante Crepes & Waffles ubicado en el Park Way y el otro
restaurante que sirvió como adversario en esta ocasión fue el de Sándwich Qbano
del centro comercial Centro Mayor.
Los restaurantes que funcionan con temáticas y platos totalmente
distintos tienen un único punto similar y es nuestro plato en cuestión, la
ensalada César, que como es bien sabido es un plato representativo de la cocina
mediterránea, pero gracias a su gran aceptación en todo el mundo ya se consigue
hasta en un restaurante de comida ‘Indian-Thai’ como en el caso de Crepes o en
un ‘fastfood’ como es el caso de Qbano .
Algo que tuve en cuenta para realizar esta inspección
del plato es básicamente la salsa, como ya es sabido la base del aderezo para
la ensalada César es su salsa en aleación de ajo, aceite de oliva y anchoas,
pero que en ocasiones se peca un poco y el uso de anchoas es excesivo dejando
un rezago de salado en nuestra ensalada, pero tengo que admitirlo, no es el
caso de ninguno de los dos restaurantes, tanto el uno como el otro supieron
manejar la receta estándar adecuada para determinar los valores exactos dentro
del aderezo, que es la pieza fundamental de esta ensalada.
En Crepes & Waffles la ensalada se puede elegir en
dos presentaciones: una versión en forma de entrada, la cual puede pedir en
caso de que usted piense tener un almuerzo completo con fuerte, postre y café.
Esta ensalada como entremés no es tan grande, además que solo van las lechugas
bañadas en la salsa, acompañada de queso parmesano y crutones, a diferencia de
la versión mas grande que lleva una proteína que usted puede elegir entre
pechuga de pollo o salmón, para cualquier opción de proteína que usted elija
tenga en cuenta la recomendación de comerla con vino blanco. Esta versión de la
ensalada grande viene con más cantidad de lechuga para la cual es recomendable
pedir un poco mas de aderezo, ya que gran cantidad de lechuga del fondo no
alcanza a ser bañada con la salsa.
En Sándwich Qbano la base de la ensalada se conserva,
en ella encontramos: lechuga Romana, queso parmesano, crutones, aderezo de
anchoas, tomate en cascos y pechuga de pollo en julianas, aunque a diferencia
de la de Crepes esta es más pequeña (no entra en la clasificación de entrada
sino más bien diría yo, es una cantidad razonable), además que esta viene con
una decoración más presentable dentro del plato donde los ingredientes están en
armonía, caso contrario a la ensalada de Crepes donde esta es servida dentro
del ‘bowl’ sin acondionar ni reparar en detalles, algo un poco rústico.
Ahora, si me ponen a elegir entre las dos ensaladas
diría que las dos son opciones recomendadas ya que tienen la base de
ingredientes y el sabor característico de la tradicional ensalada César; sin
embargo, son algunos detalles los que hacen la preferencia de una sobre la otra
como lo son la diferencia de entornos, Crepes ofrece un restaurante con
atención a la mesa mientras que Qbano, sin importar si es restaurante o si es
el local ubicado en la plazoleta de comidas de un centro comercial, se tiene
que realizar el pedido, cancelar en caja antes y luego ir a reclamarlo cuando esté
listo, algo un poco incómodo ya que se tiene que estar ‘paseando’ con la comida
de un lado a otro.
Claro está que otro factor de peso es la diferencia de
precios entre la dos ensaladas, en Crepes el plato pequeño (la entrada) vale
$11.000 y la grande con proteína como plato fuerte vale $25.000, fuera de propinas
(si es que deja) y copa de vino, mientras que Qbano ofrece su plato estándar
por tan solo $12.000. Así que si su situación económica no es muy buena, Qbano
suena más razonable para degustar lo mismo.
Para finalizar, decir que sea cual fuese su elección
no se arrepentirá de ordenar este plato en cualquiera de los dos restaurantes,
ya que como lo mencione anteriormente cumplen y satisfacen totalmente los estándares
de una buena ensalada César, ingredientes frescos, aderezo en su punto, salmón
y pollo sazonados y marinados sin exageración y sobre todo tienen las
cantidades razonables según el apetito del comensal, así que buen provecho.
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